SOS peligra la corona PAN-Gobierno en Baja California ‖ Por: Bernardo S. Cisneros Medina

Como nunca en los treinta años de hegemonía, la corona del PAN-Gobierno en Baja California está en un verdadero peligro de perderse y ser tomada por la Coalición de Juntos Haremos Historia que encabeza el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), con Jaime Bonilla Valdez, al frente, mientras que por el Partido Acción Nacional la defensa de la codiciada diadema está a cargo de José Óscar Vega Marín, quien como panista de sepa hizo hasta lo imposible a lo largo de sesenta días de campaña proselitista,  por retener la preciada joya que hace tres décadas consiguió el también panista Ernesto Ruffo Appel, tras varios años de gobiernos emanados del Partido Revolucionario Institucional.

A cuatro días para que se efectúe la jornada electoral del domingo dos de junio en Baja California, en la cual los bajacalifornianos con derecho a voto, con su credencial de elector con fotografía expedida por el Instituto Nacional Electoral (INE), habrán de sufragar para renovar la gubernatura del Estado, las cinco alcaldías y las veinticinco diputaciones locales, diecisiete por elección popular y ocho plurinominales, los altos mandos del partido Blanquiazul están con los pelos de punta y los nervios crispados, al ver que en las últimas horas del referido día tal vez tengan que ceder el trono que ostentan del 1° de noviembre de 1989 a la fecha.

Y es que no es para menos, perder tres décadas de reinado será un fuerte fracaso para el PAN-Gobierno en Baja California, para su dirigente nacional Marko Cortes Mendoza, quien dicho sea de paso no las trae todas consigo, al tener que dejar en manos del PRI, de manera provisional la gubernatura de Puebla, tras la trágica muerte de la gobernadora Martha Érika Alonso y de su esposo el también ex –mandatario poblano y Senador de la República en funciones, Rafael Moreno Valle, el 24 de diciembre de 2018, pero lo más dramático del caso es que Puebla y Baja California, la primera con elecciones extraordinarias y la segunda con elecciones por conclusión de un periodo constitucional, de golpe y porrazo podrán quedar en un solo día en manos de Morena, el actual movimiento gobernante a nivel nacional.

Muchos podrán decir que la prácticamente derrota anunciada del PAN en el también llamado Estado 29 en el mapa geográfico de la República Mexicana, será producto de las pésimas administraciones panistas y el desgaste natural de treinta años de gobierno, sobre todo de la actual administración que encabeza Francisco Arturo Vega de Lamadrid, a quien sus adversarios políticos, ciudadanos y al interior de Acción Nacional lo acusan de corrupto y de endeudar al Estado al mejor postor, aunque en la realidad y legalmente al popular “Kiko” Vega, sus antagonistas hasta el momento nada le han comprobado.

A lo anterior desde el punto de vista de su servidor, la casi-casi debacle panista en B.C.,el domingo dos de junio, deriva de la pérdida de ideología del PAN, del echar por la borda la democracia interna que desde sus inicios fue la base que motivó a Manuel Gómez Morín fundador del PAN, de la formación de grupos de poder que nunca pudieron reconciliarse, del nepotismo, del desinterés de algunos gobiernos municipales por estar cerca de sus gobernados, por aliarse con otros partidos políticos sin tener resultados satisfactorios, por incluir en sus cuadros a un cargo de elección popular a los mismos militantes de siempre, por contar con militantes que nunca sintieron el verdadero compromiso de ser panistas, panistas que se enriquecieron de la noche a la mañana, que brincaron como viles chapulines de un puesto a otro, ahora sí que aplicaron al dedillo los dichos de “vivir fuera del presupuesto, es vivir en error” o bien “un político pobre, es un pobre político” y porque cerraron sus puertas a las candidaturas ciudadanas, en resumen el PAN en treinta años se convirtió en el club de Toby, ahora sí que con esos amigos, para que quería Acción Nacional enemigos, si dormían con el enemigo en casa.

Recordemos que fue precisamente el propio Ernesto Ruffo Appel, primer gobernador de oposición, en la historia política de México, quien de manera reiterativa criticó al partido que lo encumbró al poder el memorable dos de julio de 1989 en una cerradísima elección con la priísta Margarita Ortega Villa (q.e.p.d.), por las prácticas desleales en que incurrieron los dirigentes, por la onda grupera que se enquistó en el poder y al interior del propio partido Albiazul, pero fueron los panistas quienes juzgaron y tildaron de loco a Ruffo Appel, hoy Diputado federal.

Recordemos también que otro grave pecado lo cometió Ricardo Anaya Cortés, quien se adueñó del Partido Acción Nacional y se auto eligió candidato a la presidencia de México, por el multicitado partido político el año pasado, lo que originó la renuncia de varios panistas entre ellos de Felipe Calderón Hinojosa, ex –líder nacional y expresidente de México y de su esposa Margarita Zavala Gómez del Campo, que buscó por la vía Independiente llegar a Palacio Nacional.

No es que Morena y los partidos coaligados sean un verdadero peligro para el PAN-Gobierno, porque a decir verdad Jaime Bonilla Valdez, hijo putativo del ex –gobernador de Baja California, Xicotencatl Leyva Mortera, de extracción priísta, a lo largo de sesenta días de campaña proselitista haya presentado verdaderas propuestas, pues su discurso mediático lo basó en promesas que hizo en su campaña proselitista del 2018, el hoy presidente de México, Andrés López Obrador, porque en los spots transmitidos por televisión y hasta en las pantallas de cine de Bonilla Valdez, se vio que el cúmulo de personas correspondían a los miles de seguidores que López Obrador tenía en cada uno de sus mítines de campaña presidencial del año pasado.

Por el contrario Bonilla Valdez, actuó con beligerancia, al no acudir a los tres debates obligatorios programados por el Instituto Estatal Electoral de Baja California, al no estar contemplada una sanción para el abanderado de la mencionada coalición,

Sin temor a equivocarme que en la crónica de una derrota anuncia para el PAN que acabará tal vez el domingo dos de junio con tres décadas de gobierno en Baja California, los principales protagonistas del trágico final, serán los panistas y sus graves errores.

De última hora:

El Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal, ratificó este miércoles que el próximo gobernador del Estado de Baja California, durará en el cargo dos años y diez meses, luego de que el Tribunal Electoral de Baja California, que dio entrada a una queja de Jaime Bonilla Valdez, candidato de la Coalición Juntos Haremos Historia, quien exigía que el próximo gobernador durara en el cargo seis años.

Cero y van tres que pierde Jaime Bonilla Valdez, en su intento de violar las leyes electorales de Baja California, en el actual proceso.

El autor de esta columna es periodista desde hace 35 años, es director del portal de internet www.ensaladadeportivabaja.net y es Licenciado en Derecho egresado de la Universidad de Tijuana CUT, Campus Altamira.